Unidad ¿es un concepto utópico?
Iván C Montecinos
“El pueblo unido jamás será vencido” esta era la frase de batalla durante las marchas populares de la izquierda en los años ochenta, cuando se trataba de unificar a un pueblo en contra de un gobierno impopular que oprimía y reprimía a las organizaciones que luchaban por la instauración de la democracia. Hoy, a veinte años de que se lograra una paz con cambios significativos y una incipiente democracia, aquella mítica frase ya no se escucha como antes.
Pareciera que “unidad”es una palabra o un concepto que no está en el diccionario de los salvadoreños y que, solamente, es utilizada demagógicamente por políticos en momentos coyunturales como son las campañas electorales, donde es común escuchar frases como: “haremos un gobierno de unidad nacional”, “nuestro partido esta unido graniticamente”, “solo unidos saldremos adelante”. Luego, pasada la coyuntura electorera, los políticos se olvidan de sus promesas unitarias y la sociedad sigue fragmentada, como popularmente se dice: “cada quien salvando su pellejo”.
Nuestro país, actualmente, se caracteriza por vivir una clara falta de unificación en todos los estratos, sean estos gremiales, políticos, sociales y culturales. Para comenzar es importante señalar algunos gremios e instituciones donde se carece de los más elementales criterios de unidad.
Para el caso, es importante ver lo qué está ocurriendo en los principales partidos políticos, quiénes están enfrascados en elegir la fórmula presidencial que les represente en las elecciones de 2014. Estos institutos partidarios, por la forma en que sus dirigentes eligen los candidatos, provocan serias divergencias de opinion y malestar dentro de sus mismos correligionarios que señalan su inconformidad con la candidatura de A o B personaje y esto al final termina con un fraccionamiento que pone en tela de juicio la unidad partidaria.
A manera de ejemplo, veamos lo que sucedió en Arena, la elección presidencial pasada que culminó con la expulsión del partido, de quien fuera un ex Presidente de la República, agregándole a esto la deserción de una gran cantidad de diputados que se fueron a formar su propio partido político y donde ahora se impulsara la candidatura del expulsado, quien ya esta hablando de unificar la derecha y el centro. Nuevamente se regresa al punto de partida, hablando de una unidad utópica.
Por otra parte, es elemental referirse a lo que sucede en los diferentes gremios, asociaciones y sindicatos del país que de una u otra manera, también se encuentran sumergidos en una total falta de unidad, como sucede en el gremio de maestros del país, donde existe una clara división entre los que apoyan las decisiones gubernamentales y aquellos que se contraponen a estas medidas, alegando que no favorecen ni dignifican a los docentes y tienen que recurrir a acciones de hecho para alcanzar sus objetivos. Hoy viene a la memoria aquellas gestas épicas de los años 70, cuando todo el sector de maestros del país se aglutinaba en aquella gloriosa ANDES- 21de Junio.
La misma falta de unidad ocurre en el actual sindicato del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), cuyos dirigentes no han podido unificar esta gremial desde hace muchos años, precisamente el actual sindicato del ISSS, recién acaba de sufrir un fraccionamiento y desconocimiento en algunos miembros de la Junta Directiva.
Ahora veamos como se encuentra las gremiales de transportistas, totalmente desunidas, las diversas asociaciones, cada cual jalando por su lado, sin unificación de criterios para hacer planteamientos unitarios a las autoridades gubernamentales y logar llegar a acuerdos que favorezcan las posiciones de su sector.
Igual falta de unidad existente con las diferentes gremiales de ex-combatientes del conflicto armado, mientras unas organizaciones se sientan en una mesa con los representantes gubernamentales, otros toman otras acciones y desarrollan sus propias actividades para alcanzar sus objetivos. Como resultado de esta falta de unidad entre estas gremiales, es la gran dificultad para llegar a acuerdos y alcanzar las metas propuestas que favorezcan a la totalidad de los agremiados.
Otra muestra de falta de unidad, la observamos en la pasada celebración del Día del Trabajo, el Primero de Mayo, donde desfilaron por separado, dos movimientos que aglutinan en sus filas gremios y sindicatos, identificados con la izquierda. Esto en tiempos pasados no era posible.
Como se puede apreciar con los ejemplos anteriores, en este país es muy difícil llegar a acuerdos unitarios ya que esto es la regla en los diferentes sectores de la sociedad y la gran pregunta es ¿a quién o quiénes favorece este comportamiento basado en la falta de unidad?
El futuro desarrollo del país seguirá siendo incierto en tanto prevalezcan posicionamientos con intereses individuales o de grupos y no se planifiquen estrategias para desarrollar un proyecto de nación que sea incluyente y se deje de aplicar conceptos como: “divide y vencerás” o “si no estás conmigo, estás contra mí”.
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