viernes, 7 de septiembre de 2012

Recordando al buen  amigo Christian Poveda

Por: Iván C Montecinos

Hace tres años, un dos de septiembre del 2009,  fue cobardemente asesinado por miembros de pandillas,  el fotoperiodista y documentalista franco español, Christian Poveda, lastima que en aquella época no hubiera tregua entre las pandillas y evitar el asesinato de un valiente hombre que trabajó, aún a riesgo de su vida, por encontrarle una solución al grave  problema delincuencial del país.

En el tercer aniversario del asesinato de Christian Poveda es importante recordarlo como lo que fue, un valiente fotoperiodista que llegó al país cuando se iniciaba la cruenta guerra civil. Poveda formó parte de una generación de fotoperiodistas extranjeros que con sus cámaras fotográficas registraban a diario imágenes de los horrores del conflicto armado, las que luego eran publicadas por importantes agencias de prensa y fotografía internacionales.

En aquellos tiempos del conflicto armado, Christian Poveda fue testigo de la muerte de algunos de sus amigos periodistas que al igual que El, arriesgaban sus vidas en los diferentes frentes de guerra, entre los que se mencionan: Ian Mates, Olivier Rebbot, John Hoagland y cuatro periodistas de Holanda.

Luego de unos años de permanecer en El Salvador, Poveda se trasladó a diferentes países del mundo, donde se desarrollaban otros conflictos bélicos y siempre con sus  cámaras fotográficas recogía imágenes que luego le daban la vuelta al mundo publicadas en prestigiosas revistas y periódicos.

Por el año de 2005, Christian Poveda regresó a El Salvador, pero ya no como fotoperiodista trabajando para una agencia, el objetivo de su presencia era diferente, producir un documental que mostrara la forma de vida que tenían los miembros de pandillas y darles una oportunidad para que expresaran sus resentimientos con una sociedad que los despreciaba y marginaba.

El proyecto de Poveda era sumamente arriesgado y él lo sabía, estaba muy conciente de eso, en muchas ocasiones lo conversamos; pero era un convencido de que era posible desarrollar un trabajo social que permitiera la inserción a la sociedad de muchos pandilleros, prueba de ello es que fuel principal colaborador para montar una pequeña panadería en una de las zonas con mayor presencia delincuencial, con la idea de que fuera trabajada por pandilleros.

Christian Poveda, también era un convencido que era posible dialogar con las diferentes clicas de pandilleros y parar el creciente número de homicidios que colocaban al país como uno de los más violentos del mundo. En aquel tiempo en que Poveda expresaba estas ideas, todo parecía utópico, sus ideas y palabras eran vistas con recelos y hasta cierto punto mal interpretadas  por aquellos encargados de la seguridad del país, salvo algún funcionario judicial que  consideraba sus proposiciones.

A tres años del asesinato de Christian Poveda, es importante hacerse la siguiente reflexión: ¿tenía razón Poveda con sus planteamientos o todo era una fantasía?
Bueno, los hechos actuales, nos demuestran que sus ideas no estaban equivocadas, prueba de ello es la famosa tregua entre pandillas que ha permitido una desconocida negociación  con las autoridades de seguridad   y que es avalada por el gobierno. Este planteamiento entre líderes pandilleros y gobierno,   ha permitido hacer concesiones a los prisioneros en las cárceles, con el compromiso de bajar los índices de  homicidios, los cuales se han reducido drásticamente, aunque otros hechos delictivos siguen igual que antes.     

Como legado de Christian Poveda  para la posteridad, quedaron sus sueños que con el tiempo se están haciendo realidad y además  nos dejó  el importante trabajo plasmado en el documental “La vida Loca”, por el cual pagó un alto precio, perder la vida.
Descanse en paz nuestro recordado amigo Christian Poveda con quien tuve el privilegio de compartir muchos de sus sueños desde aquellos lejanos tiempos en que llegó a El Salvador para nunca salir, su espíritu quedó entre nosotros. 
      

   

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