Perder la vida por filmar la muerte
Por: Iván C Montecinos
El pasado lunes por la noche los diferentes medios de comunicación informaron una dolorosa noticia, el trágico fallecimiento en un accidente de transito, del camarógrafo Obel Ruiz, que trabajaba para televisión, Canal 21, del Grupo Megavisión, anteriormente había laborado para diferentes empresas televisivas. Paradójicamente, Obel murió en momentos cuando regresaba de cubrir un fatal percance vial, donde hubo dos fallecidos, es decir, “perdió la vida por filmar la muerte”.
Hace unas semanas cuando el 31 de julio se celebró el Día del Periodista. En un articulo de este blog, se hacía referencia, que para la gran mayoría de ciudadanos pasa desapercibido el enorme esfuerzo y trabajo que los periodistas realizan diariamente para recolectar y procesar la información. La muerte trágica de Obel es un claro ejemplo de los grandes riesgos que un periodista enfrenta en la misión de informar a la audiencia.
Siempre que un colega de prensa se convierte en la noticia, como el caso que ahora nos ocupa, un velo de dolor, tristeza e impotencia invade a todo el gremio periodístico, aún aquellos que no tuvieron una relación directa con la victima, así ha quedado demostrado en todas las muestras de pesar expresadas en las diferentes redes sociales. Con relación al fallecimiento del camarógrafo Obel Ruiz, para quienes lo conocieron, se caracterizó por ser una persona muy humilde, con gran sentido de compañerismo y un excelente profesional en su trabajo con la cámara de filmación.
En momentos como este, es oportuno plantearse y reflexionar sobre la seguridad en que los profesionales de prensa desempeñan sus trabajos y caben las siguientes preguntas: ¿cuentan los periodistas con significativos seguros médicos o de vida? ¿Tienen las mejores herramientas para desarrollar su trabajo? ¿Las empresas imparten continuas capacitaciones sobre la seguridad en que deben trabajar los periodistas? En fin a estas y otras preguntas se le tienen que dar una respuesta para visualizar los peligros en que los periodistas se desempeñan al realizar su riesgosa profesión.
Es el caso que cuando a un profesional de los medios de comunicación le ocurre un percance durante una cobertura periodística, en muchas ocasiones este solamente cuenta con la seguridad social de rigor, que por lo general es mínima y que en caso de invalidez o fallecimiento no cuenta en muchos casos, por parte de la empresa para la que trabaja, con un seguro médico y de vida particular que le permita a sus familiares recibir beneficios económicos aceptables para seguir con una vida digna.
También es importante y oportuno recordar a los diferentes gremios, asociaciones y sindicatos de periodistas de que no solo es necesario luchar por la profesionalización y prestaciones laborales de sus agremiados, sino que además es muy vital tratar de garantizar al máximo su seguridad, independiente de la función que desempeñen.
Ojala que aquellas empresas de medios de comunicación que no ofrecen prestaciones adecuadas para sus periodistas, camarógrafos motoristas u otros, tomen conciencia y los protejan de la mejor manera , ya que son ellos quienes toman el mayor riesgo al momento de recolectar una información que se transmitirá a una audiencia.
El fallecimiento del joven camarógrafo Obel Ruiz, deja un enorme vacío entre sus compañeros de trabajo en el Canal 21 y quienes más lo extrañaran serán sus queridos familiares, así como también su inseparable compañera, la cámara de televisión, con la cual transmitió al país imágenes que en determinado momento impactaron a una audiencia. Descanse en paz Obel Ruiz.
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