jueves, 24 de noviembre de 2011

El General en su laberinto


Por Iván C Montecinos

Muy apropiado es el título de la novela de Gabriel García Márquez, al momento actual  donde recién se ha nombrado como Ministro de Justicia y Seguridad, al General David Murguía Payes, quien definitivamente entrará a desenmarañar  el oscuro laberinto de la delincuencia que azota al país.

El nuevo Ministro de Seguridad  toma posesión de su cargo  en medio  de una controversial polémica  política,  dirimida en los  diferentes medios de comunicación durante más de quince días. El partido de Gobierno, el FMLN, desde un inició que se conoció quien era la  persona ungida por el Presidente de la República para ocupar esta cartera, se  mostró en  desacuerdo y como algunos  de sus diputados lo explicaron, no tienen nada personal contra el General Munguía Payes, quien en determinados momentos electorales apoyó al partido de izquierda; pero no están de acuerdo con la nominación de un militar, sea quien sea,  el que ocupe  el máximo puesto de la seguridad pública.

El FMLN basa su posición en que esta designación atenta con el espíritu de los Acuerdos de Paz,  que el próximo 16 de enero de 2012, cumplirán 20 años de haberse firmado y que  fueron determinantes para terminar  con una cruenta  guerra civil que duró  más de 10 años. Es importante recordar que una de las principales causas que dieron  origen a la guerra fue  la fuerte represión de los cuerpos de seguridad de aquellos tiempos que estaban totalmente militarizados. También el partido oficial remarca que esta situación de nombrar a un militar en esta importante cartera de Estado,   pone en grave riesgo la frágil democracia que se ha logrado en el país.

Al referirse al capítulo  de la histórica firma de los acuerdos de paz, el Presidente de la República, en su discurso de juramentación del Ministro de  Justicia y Seguridad, aclaró que en estos acuerdos nada esta escrito sobre que un militar no pueda desempeñarse en un cargo de seguridad y más en este caso donde el militar  denominado esta en función de retiro. Según algunas opiniones  lo expresado por el Mandatario es   muy discutible, ya  que  una de las profesiones más esquemáticas y subordinadas a su filosofía es la de los militares que se comportan como tales en todo momento, aún estando fuera de las filas castrenses. De hecho mantienen su posición y los honores correspondientes  que le dispensan  sus subalternos.

Sin lugar a dudas la creciente ola delincuencial que abate a la población salvadoreña ha llevado a que la opinión pública en su mayoría se pronuncie por tener preferencia para que un militar conduzca la seguridad pública, basado en que este tendrá las agallas para poner orden y reprimir sin muchos miramientos a los delincuentes. La gran mayoría confía en que el General Mungía Payes es la tabla de salvación que el país necesita para regresar al orden y la tranquilidad, como si esto dependiera de un solo hombre.

El laberinto de la delincuencia es un gran reto para el General Munguía Payes que de entrada tiene que lidiar con la unificación de los diferentes sectores políticos y sociales, donde algunos no están de acuerdo con la nominación de un militar. Al parecer hasta en la misma Policía Nacional Civil, hay elementos en desacuerdo con su designación. De hecho entre Fuerza Armada y Policía en cierto momento hubo roces por celos profesionales en el desempeño de  las funciones de seguridad.

Ahora nos queda esperar cual va a ser el comportamiento de los diferentes medios de comunicación, donde algunos con mayor influencia política  prácticamente se declararon en campaña permanente contra el anterior Ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar, quien fue muy criticado y diariamente le tiraban en cara las fatídicas estadísticas de los asesinados. ¿Cambiaran su posición estos medios? Y dejaremos de leer y escuchar esos titulares amarillistas que hastiaban a la audiencia.

Todo parece indicar que con el nuevo Ministro de Justicia y Seguridad, también descansaremos de escuchar a esa caterva de ex funcionarios que laboraron en la cartera de seguridad  en el  pasado y  diariamente estaban en la radio y la televisión en sendas entrevistas  dando los  mejores consejos que ellos no pudieron aplicar en su momento. Estos ex funcionarios se parecen a aquellos arquitectos que construyen mal un edificio y con el tiempo cuando surgen los problemas en la estructura se atreven a hacer recomendaciones de algo que ellos no hicieron bien. Todo esto lo hacen amparados en la poca memoria histórica de nuestro pueblo.

Uno de los sectores más entusiasmados con la designación del General Murguía Payes, en la cartera de Seguridad es la dirigencia de la empresa privada, quienes dijeron estar complacidos con este nombramiento y como buenos comerciantes ya hablan de la privatización del sistema carcelario, bien dice el refrán “en río revuelto ganancia de pescadores”. Ojala que estos grandes empresarios que hoy se decantan por un militar en la cartera de seguridad,  también sean anuentes con una verdadera reforma fiscal y que ya no se resistan  a pagar nuevos impuestos que ayuden al combate  de la delincuencia y el crimen organizado.

Que todo sea en función de un mejor país donde halla desarrollo y se beneficie a las grandes mayorías. Mientras tanto esperemos que al final de su gestión, el General salga avante de su  laberinto y que prevalezca la civilidad en  los diferentes estamentos de la seguridad pública.



      



  

       

1 comentario:

  1. haber si no termina como el otro libro del General no tiene quien le escriba, saludos Ivan.

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