jueves, 3 de noviembre de 2011

Un momento para recordar y reflexionar

Por Iván C Montecinos

Este pasado primero de noviembre, la Comisión de Trabajo  Pro Memoria Histórica  conmemoró el Día de las Víctimas de Violación a los Derechos Humanos, con un sentido  acto realizado en el Monumento a la Memoria y La Verdad ubicado en el parque Cuscatlán. Esta fue una ceremonia donde se recordó a las miles de víctimas asesinadas y desaparecidas durante el pasado conflicto armado.   

A este acto asistieron algunas personas de edad avanzada,  portando los retratos de su familiar asesinado o desaparecido durante la guerra civil que vivió el país en la década de los ochenta, sus palabras y expresiones reflejaban el dolor que todavía  les embarga, a pesar de que ya han pasado más de 30 años de que sufrieran por la desaparición de un ser querido a manos de la represión establecida por  los cuerpos de seguridad del Estado de aquella época.

Durante la celebración se escuchaba la consigna: “Los que mueren por la Vida, No pueden llamarse muertos” y como un tributo los presentes dispensaron un minuto de aplausos en memoria de las víctimas, enseguida se mencionaron algunos nombres como los de Alirio Napoleón Mancía, Luis Díaz, Mario Portillo, Raúl Flores, Justo Mejía, Herbert Anaya Sanabria, Rutilio Grande, Octavio Ortiz y muchos más.

Como culminación se celebró una misa y, posteriormente, se depositaron claveles y rosas rojas al píe  del Monumento a la Memoria y la Verdad, donde están escrito en pequeñas letras metálicas más de 75.000 nombres de víctimas. Con relación a este monumento se conoció que el próximo 10 de diciembre será declarado Patrimonio Cultural Nacional, por la Secretaria de Cultura.

Guadalupe Mejía,  representante del Comité de Familiares de Victimas de Violación a los Derechos Humanos “Marianela García Vilas” (CODEFAM), en el acto demandó del Estado el pronto cumplimiento de la Política de Reparación para las Victimas y pidió que la comisión que para este fin se ha formado actué en el menor tiempo posible, “ya no es posible  seguir retardando la justicia que merecen los familiares de las  miles de víctimas”, concluyó diciendo la incansable luchadora por los Derechos Humanos.

 Por su parte Nidia Díaz, representante del FMLN,  quien  participó del acto conmemorativo reflexionó sobre la gran cantidad de cementerios clandestinos diseminados por todo el país y la  importancia de hacer investigaciones  para conocer   el paradero de miles de desaparecidos,  esclarecer la verdad  y lograr una reparación de las víctimas.

El caso de los desparecidos y asesinados antes y durante el pasado conflicto bélico en el país ha sido un tema tabú por parte de las instituciones del Estado encargadas de impartir justicia, después de  más de tres décadas no se han abierto  investigaciones con aquellas demandas interpuestas por personas u organizaciones  para esclarecer la situación de los asesinados y desaparecidos, por lo que se hace necesario recurrir a la justicia internacional.

Ante  la negativa  de justicia en el país,  el pasado dos de noviembre seis familias, entre las que se encuentra la del poeta Roque Dalton, asesinado en 1975, interpusieron una demanda contra el Estado Salvadoreño, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para exigir justicia pos sus familiares asesinados, desaparecidos y torturados, antes y durante el pasado conflicto armado. La demanda es por violación al derecho a la vida, a la integridad física y a la libertad y  es acompañada por el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA).

A esta denuncia se agrega una interpuesta por medio de Carlos Santos y Rolando Gonzáles, miembros del Comité de Presos  Políticos de El Salvador (COPPES), quienes durante su captura fueron torturados en la década de los ochenta, además se pide justicia por los  asesinatos en 1980 del Ing. Félix Ulloa, Rector de la Universidad de El Salvador y de Mario Zamora, miembro del PDC, quien   se desempeñaba como Procurador General  de Pobres. Finalmente se demanda justicia por el estudiante Arnulfo ventura Reyes desparecido en las cercanías de la Embajada Norteamericana   en 1980.   

Por todo lo anterior es importante recordar y rescatar la memoria histórica del país, no se puede olvidar a las miles de victimas que sufrieron el escarnio de la represión por parte del Estado Salvadoreño,  durante la llamada “década perdida”.

Por ahora vale recordar la máxima siguiente: “Sí estoy en tu memoria soy parte de la historia”.    

         









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