jueves, 2 de febrero de 2012

La  campaña política y las promesas de los candidatos 


Por Iván C Montecinos

La campaña política ya se encuentra en su apogeo y como ya es tradición,  los partidos con sus candidatos están moviéndose en una carrera contra el tiempo buscando los votos casa por casa, visitando mercados, plazas publicas y todos aquellos lugares donde puedan convencer de que sus propuestas son las más idóneas en bien de la población. También periódicamente aparecen en los espacios mediáticos ofreciendo arreglar de la mejor manera sus comunidades y el país.

Los candidatos, como ya es una tradición para estos casos, con el afán de parecer simpáticos a los electores no vacilan en chinear   niños, así como abrazar ancianos en espera de que esa fotografía sea publicada en los medios de comunicación, total  es parte del “sacrificio”  para  alcanzar un objetivo. En cierta ocasión un experimentado político  decía: “Este fulano no sirve para candidato es muy delicado y le  fastidia abrazar a los campesinos y las  señoras de los mercados”.   

Por supuesto,  la concentración de un partido político  siempre está abarrotada de personas que lucen las camisas y gorras del color partidario que promueve la actividad en una población, especialmente cuando hay reparto de cualquier cosa. Al día siguiente llega otro instituto político y la película vuelve a repetirse, muchos ciudadanos, que no son militantes  llegan con la esperanza de conseguir algo a cambio de aplausos, aunque la preferencia por un determinado partido se la guardan celosamente  y la expondrán el día de la elección cuando se encuentren ante la papeleta de votación. Así es  nuestro pueblo.

Por ahora,  la mayoría de candidatos están ofreciendo  expectativas sobre cómo   resolver los principales problemas que azotan a la ciudadanía, entre ellos mejorar la seguridad publica y terminar con la violencia  de sus municipios, valiéndose de que este flagelo es el que más afecta a la población. En un programa televisivo, esta semana,  se les cuestionaba a  unos candidatos   a diputados sobre cuales eran sus proyectos para combatir la violencia, ante esto un  representante de Gana, con tremenda desfachatez, después de declararse militarista, sé auto nombró abanderado  en la lucha porque en el país  se instaure   la pena de muerte y para convencer a la audiencia hasta argumento que eso estaba contemplado en la Biblia.

En épocas pasadas se criticó fuertemente   la utilización electoral que hicieron los partidos de derecha sobre   el fenómeno de los altos índices delincuenciales  y actualmente algunos candidatos vuelven a subirse a este caballito de batalla, ofreciendo más de lo mismo, apoyando lo que se considera la militarización de la seguridad publica, pidiendo que a estos nuevos funcionarios se les den todas las herramientas habidas y por haber para el combate a la delincuencia, cosa que no hicieron con las autoridades que recién han destituido de sus puestos. Evidente doble moral.

Por otra parte es importante resaltar que la mayoría de partidos y candidatos han dejado fuera de su agenda electoral o lo tocan muy superficialmente temas de gran importancia para el país como lo son: la protección del medio ambiente, la implementación y desarrollo cultural. Solamente un partido mayoritario, ha presentado en su plataforma de trabajo legislativo, un proyecto estructurado con relación al ecosistema.

El poco interés en la defensa del medio ambiente por parte  de la mayoría de los candidatos a alcaldes es muy preocupante, más cuando  la semana anterior fue aprobada en la Asamblea Legislativa la ley de las lotificaciones, donde se plasma  la potestad que tendrán los alcaldes para autorizar los permisos para lotificar un determinado terreno en sus municipios, ya se puede imaginar amigo lector, las consecuencias de esta medida, conociendo el analfabetismo en este delicado tema por gran parte de aspirantes a tener la vara edilicia.

Por otra parte, mientras la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán que espira a una reelección  habla con propiedad sobre la defensa medio ambiental de la finca El Espino,  esta semana autorizó para que trabajadores de su alcaldía armados de motosierras y machetes, descuajaran de tajo, un frondoso árbol, ubicado sobre la calle mediterráneo. Todo para evitar que unos alambres de diferentes servicios tuvieran contactos con las ramas, lo cual pudieron haber hecho si descuajar todo el árbol que servía de refugió a centenares de pájaros que impotentes revoloteaban al ver como sus nidos eran destruidos. Qué  despreció por el medio ambiente y ¿las autoridades encargadas de protegerlo? Muy bien, gracias.

 Bueno sería escuchar a los futuros funcionarios públicos,  prometer la creación  de proyectos culturales en  sus comunidades como el  fomentar la creación de bibliotecas públicas,   escuelas musicales, pintura, danza folklórica o moderna,  y la formación de museos locales que rescaten el patrimonio histórico del pueblo. Pero por el momento esto es una utopía, es mejor ofrecer pan y circo, eso rinde mayores réditos electorales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario