jueves, 21 de marzo de 2013

Marzo, un mes de luto y dolor

Por: Iván C Montecinos


Para el pueblo salvadoreño marzo es uno de los meses más trágicos de la historia reciente, enmarcado en un doloroso y adverso  conflicto social, comenzando porque  un 24 de marzo de 1980,  de la manera más cobarde,  criminales asesinaron al máximo exponente de la cristiandad salvadoreña, nuestro querido y recordado Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Hace treinta y tres años de la muerte del Obispo Romero y su pensamiento plasmado en sus homilías aún sigue vigente y muy presente en las nuevas generaciones.

La  su figura de Monseñor Romero es venerada a nivel nacional e internacional por miles de personas que recienten que todavía su crimen permanezca en la impunidad, a pesar de  que existen pruebas convincentes de quienes fueron sus autores materiales e intelectuales. El Estado ha sido incapaz de de investigar y llevar a la justicia a aquellos  culpables de semejante magnicidio.

Por otra parte, es importante recordar que para la prensa nacional e internacional que cubrió el conflicto armado en la década de los ochenta, también Marzo, marcó las páginas de la historia con hechos fatales, ya que de los 18 periodistas fallecidos en el transcurso de la guerra, la mitad perecieron en  Marzo y esto tiene una explicación, debido a que  en este mes, por tradición, se han celebrado las elecciones para diputados, alcaldes y presidente, eventos  que en un contexto de  guerra era de mucho  riesgo cubrir para los periodistas, pues aumentaban las acciones bélicas entre el ejercito y la guerrilla.

Es muy importante recordar y homenajear a aquellos periodistas nacionales y extranjeros, que en un afán de informar sobre la cruenta guerra salvadoreña perdieron lo más preciado, su vida en un trágico mes de marzo.

El 17 de marzo de 1982, cuatro periodistas de nacionalidad holandesa, que trabajan para la televisión IKON, fueron brutalmente asesinados por miembros del ejército salvadoreño, en una zona de Chalatenango, cuando se dirigían a realizar un documental sobre la situación en que vivían los civiles en esa zona de guerra. En esta ocasión fallecieron los colegas periodistas Hans Ter Laag, Jan Kuiper, Johannes Willemson y Koos Koster.

La Comisión de la Verdad en su informe final expone con detalles las circunstancias en que murieron estos cuatro periodistas de Holanda y cita nombres de militares responsables de comandar  el batallón que llevó a cabo el  operativo que terminó con la vida de los hombres de prensa que como armas llevaban cámaras y equipo de televisión.
A pesar de toda la investigación realizada, estas muertes han quedado en impunidad.

También el 28 de Marzo de 1982, fecha en que se realizaron los comicios para elegir diputados a una Constituyente, murió el corresponsal extranjero Carlos Ruz Viera, quien era originario de Chile. Según informes periodísticos Carlos Ruz, un profesional con gran experiencia que trabajaba para el Canal Siete de Santiago de Chile, se encontraba filmando un enfrentamiento armado entre guerrilleros y soldados en la zona de Ayutuxtepeque,  cuando fue alcanzado por una bala que terminó con su vida.

El 17 de marzo de 1984, es otra fecha fatal en la historia del periodismo salvadoreño, ya que falleció nuestro querido y muy recordado hermano del alma, el  renombrado fotoperiodista norteamericano John Hoagland quien trabajaba para la revista Newsweek. Hoagland este día se encontraba junto al fotoperiodista Robert Nickelberg, de la revista Time, cubriendo un fuerte enfrentamiento entre soldados y guerrilleros en la temible carretera a Suchitoto, faldas del conocido Cerro de Guazapa, cuando recibió unos disparos que le causaron la muerte inmediatamente.

John Hoagland era un fotoperiodista veterano de la guerra de Nicaragua, quien además cubrió parte de  la guerra en Beirut, llegó a El Salvador los primeros días de agosto de 1980 para hacerse cargo de la fotografía  de la Agencia noticiosa Estadounidense United Press International (UPI). Particularmente, conocí muy bien a Hoagland con quien  trabaje  muy de cerca y a quien   considero un gran maestro en el difícil trabajo del fotoperiodismo de guerra.

Para la prensa internacional la campaña electoral de 1984 fue trágica, ya que se perdió la vida de uno de los mejores amigos y un excelente fotoperiodista.

Para culminar las trágicas muertes de periodistas en el mes de marzo, debemos recordar lo acontecido aquel 19 de marzo de 1989, fecha de las elecciones presidenciales, en que murieron abatidos a tiros tres destacados periodistas entre ellos dos salvadoreños y un holandés. El primer incidente que conmocionó a la prensa nacional y extranjera fue la noticia  que  reportaba la muerte del periodista salvadoreño, Roberto Navas quien viajaba en una moto acompañado del fotoperiodista Luis Galdámez, que resultó gravemente herido por los disparos de soldados de un reten militar en la base aérea de Ilopango.

Posteriormente, en el transcurso de la mañana del día de las elecciones se reportó el ametrallamiento a un vehiculo de prensa de la televisión local   Canal 12, con el resultado fatal de la muerte del joven  camarógrafo Mauricio Pineda. Según declaraciones de colegas periodistas que iban en el vehiculo, este estaba muy bien  identificado como de prensa, sin embargo los soldados sin hacer  ninguna señal de alto,  les dispararon cuando ellos se dirigían a San Miguel a informar sobre las votaciones presidenciales que se realizaban, como resultado de este ametrallamiento falleció en el  acto el camarógrafo salvadoreño Mauricio Pineda.

La pesadilla del día de las elecciones presidenciales de marzo de 1989 terminó con la fatal noticia de que en horas tempranas de la tarde había fallecido el corresponsal  Cornel Lagrouw  de nacionalidad holandesa  quien cubría con un equipo de televisión y otros fotoperiodistas extranjeros, las votaciones en la zona conflictiva de San Francisco Javier, Usulután. Lagrouw resultó gravemente herido durante un enfrentamiento entre soldados y guerrilleros y murió antes de llegar a un hospital.

Al final de aquel fatídico 19 de marzo de 1989, la noticia más importante sobre El Salvador no fue  el resultado de las elecciones presidenciales, lo más destacado era la muerte de tres jóvenes periodistas que perecieron por cumplir la importante labor de informar a nuestro pueblo y al mundo unas elecciones presidenciales realizadas en un momento  en que la guerra salvadoreña se encontraba en uno de sus puntos más álgidos de su historia bélica.

Como reflexión  es importante reconocer y honrar la memoria de aquellos periodistas que murieron unos durante el mes de marzo y en  otros en distintas épocas , pero que al final fueron 18 importantes vidas de profesionales quienes con el único objetivo de informar sobre los acontecimientos del conflicto armado salvadoreño perdieron lo más preciado, sus vidas.                                                                                                                                                                         

     


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