Soldados a Afganistán, la historia se repite
Por: Iván C. Montecinos
Todo indicaba que con este nuevo Gobierno no se volvería a tocar el tema de mandar tropas salvadoreñas a ser participes de guerras ajenas en lejanos países; pero nuevamente nos sorprende la información de que el Ejecutivo le pide a la Asamblea Legislativa aprobar el envío de militares a Afganistán para colaborar con las fuerzas de seguridad de las Naciones Unidas (ONU) en labores técnicas y humanitarias. La petición es respaldada por la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
Como era de esperar, con este anuncio de enviar soldados a Afganistán, comienza una nueva polémica y se pone en el tapete de la discusión, la conveniencia de enviar militares a una de la zona más convulsionada del mundo. Para comenzar en la Asamblea Legislativa, como siempre, los diputados representantes de partidos de la derecha, sin mayor análisis, de inmediato ofrecieron sus votos para aprobar esta petición del Ejecutivo; sin embargo el partido de Gobierno, el FMLN, en un primer momento muestra su desacuerdo y al parecer su posición la concretizará el día de la plenaria, donde se someterá a votación la petición presidencial y ellos no respaldaran.
Ciertamente sin los votos del FMLN, la Asamblea Legislativa puede aprobar la petición y nuevamente estaríamos en otra situación controversial entre el Presidente de la República y el partido que lo llevó al poder; algunos dirán “este es el juego democrático” otros utilizaran esta situación para atizar el fuego político partidario. A pesar de todo, la operación militar se llevara acabo, tal cual sucedió cuando en el pasado se enviaron los contingentes militares a Irak, alguien se acuerda de ese hecho.
Vale la pena acordarse que durante los años del 2003 al 2008 los Gobiernos de ARENA aprobaron el envío de varios contingentes de soldados a Irak, quienes supuestamente no realizaban tareas propias de combate, sino que se dedicaban a labores humanitarias y de reconstrucción. Para tranquilizar a la opinión publica en determinados momentos el Gobierno decidió enviara a Irak a algunos valientes periodistas “disfrazados” con vestimenta de soldados para que convivieran con la tropa y reportaran sobre el trabajo que estos realizaban en el terreno.
A pesar de todos los informes que detallaban el trabajo humanitario realizado por los soldados salvadoreños en Irak, al culminar la participación a finales del 2008, la Fuerza Armada reportó la muerte de cinco soldados y unos 25 heridos. Como olvidar la muerte en Irak del primer soldado de nombre Natividad Méndez Ramos, en el mes de abril de 2004, esta fue una noticia muy destacada por los medios de comunicación que informaron paso a paso hasta que sus restos llegaron al país, siendo recibido con altos honores de “héroe de la patria” por las altas autoridades militares y civiles.
A la muerte del soldado Ramos en Irak, continuaron otros fallecidos siendo ellos los soldados Carlos Armando Godoy, los sub sargentos José Miguel Perdomo, Donald Alberto Rivas y el Capitán José Soto Ochoa. Cinco fueron los militares muertos en Irak, cinco héroes de la patria, a quienes casi nadie recuerda a excepción de sus familiares que como triste recuerdo guardan fotografías y un pabellón nacional que les fue entregado en la dolorosa ceremonia de sus honras fúnebre
Hoy a escasos dos años y meses de que se suspendiera el envío de tropas salvadoreñas a Irak, nuevamente la historia se repite con la marcada diferencia de que, el Gobierno que solicita enviar tropas a un país del Medio Oriente, es de izquierda y los argumentos utilizados son similares a los esgrimidos por los anteriores Gobiernos de derecha, lo que no cambia, es la posición del partido FMLN de mantener al igual que en el pasado la inconveniencia de enviar tropas nacionales a otros países.
Otro hecho que llama la atención y que tampoco ha variado es la posición tomada por la opinión pública con acceso a los medios de comunicación quienes se están pronunciando en contra de la medida de enviar soldados a Afganistán. En aquellos tiempos cuando se hacían mediciones para conocer la opinión de la ciudadanía, el resultado reflejaba que un 80 % de la población estaba en contra del envío de soldados a Irak.
Ahora como ayer, a pesar de las declaraciones emitidas por el Presidente de la República, Mauricio Funes, donde argumenta que con esta misión a Afganistán “nuestra Fuerza Armada gana prestigio” las opiniones vertidas en los diversos medios con relación a este tema reflejan un abrumador desacuerdo. Solo falta por conocer la posición de los diferentes sectores religiosos quienes en épocas pasadas exteriorizaron su punto de vista en contra de este tipo de medidas.
Como es muy seguro de que en la plenaria de esta semana la Asamblea Legislativa apruebe este envío de tropas a Afganistán, solo nos queda desear que no se repitan las dolorosas imágenes del pasado y que nuestros compatriotas regresen con bien para tranquilidad y felicidad de sus familiares.
Lástima por la historia que se repite, a los salvadoreños nos cuesta aprender de los errores del pasado.
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