miércoles, 28 de septiembre de 2011

Honor a quien honor merece 

Por Iván C Montecinos


Hace unos días recibimos  dos gratas noticias, una  que el Premio Moros Cabot 2011,  uno de los más prestigiosos galardones   del periodismo en América Latina y del Caribe, otorgado por  la Universidad de Columbia, New York, será entregado en octubre próximo al periodista salvadoreño Carlos Dada, Director del periódico digital El Faro.

Esta noticia  es motivo de júbilo, así como también lo es la distinción a nuestro buen amigo Renán Alcides Orellana, periodista y escritor de gran trayectoria, quien recientemente fue invitado al Primer Encuentro de Intelectuales de Nuestra América, patrocinado por la Universidad Autónoma de Chiriquí en David, Panamá. El periodista  Orellana,   en este congreso expuso   la ponencia titulada,  “El Humanismo: Urgencia de Nuestro Tiempo”.   

Desde Visión Periodística, nos congratulamos y felicitamos a ambos colegas por tan merecida distinción que enaltece  al periodismo salvadoreño.

La distinción con el premio Moors Cabot a Carlos Dada,  Director del  periódico  digital  El Faro,  es muy merecida ya que este medio desarrolla un  trabajo periodístico  profesional y ético. Los organizadores responsables de otorgar este galardón se han referido  de la siguiente manera: “ Es un periódico que va abriendo un camino de ética e independencia en Centroamérica”.

Hay que recalcar que  el premio Moors Cabot se ha conferido en cuatro ocasiones a periodistas y medios salvadoreños, en la primera oportunidad  se le otorgó al recordado periodista Jorge Pinto, del entonces Diario Colatino, después fue entregado a José Dutriz, de La Prensa Gráfica y en la tercera ocación se reconoció el trabajo periodístico de Mauricio Funes, quien se destacaba en el área de televisión, hoy en el 2011 esta distinción recae en otro salvadoreño, el Director del periódico digital, El Faro.

Cuando se distingue  la trayectoria de un medio de comunicación  o de un periodista  salvadoreño, como es el caso de Carlos Dada y  Renán Alcides Orellana, es un deber moral  de los colegas del gremio periodístico reconocer y congratularnos con la distinción  porque eso denota que a pesar de las muchas dificultades que se encuentran al desarrollar esta sacrificada profesión, existen personas que no escatiman esfuerzo y entrega para hacer un  trabajo con honestidad y mucha dedicación.   

Lastimosamente, en muchos colegas de  nuestro medio del periodismo  no existe la conciencia de reconocer y apoyar aquellos compañeros de profesión que se destacan y son acreedores, por su trabajo,  a premios o distinciones que  llenan de orgullo al periodismo salvadoreño. Como dice un conocido adagio popular, “nunca falta un pelo en la sopa”.

Lo anterior viene al caso, ya que cuando recién se conoció del premio Moors Cabot 2011 al periodista Carlos Dada, hubo reacciones encontradas en uno de los llamados “grandes medios” donde se publicaron sendos artículos que por un lado felicitaban al homenajeado; pero  por otra parte escriben una serie de señalamientos contra el medio galardonado que denotan una doble moral, achacándole ciertos señalamientos de compromisos laborales, como si quienes los escribieron fueran unos dechados de virtud profesional dentro del periodismo salvadoreño. A veces se hace mucho permaneciendo callado.     

Por otra parte, es muy oportuno recordar  que realizar un periodismo profesionalmente ético en el país es bastante difícil, debido a que se trabaja en un ambiente altamente contaminado por diversos factores como son  los sesgos políticos partidarios, intereses económicos y las relaciones con los poderes fácticos. En muchas ocasiones se da el caso de que un periodista por una razón  personal se dedica  a realizar una labor muy profesional y escribe o informa con la verdad y objetividad; Pero este trabajo  en muchas ocasiones   no trasciende debido a que lesiona intereses que pueden afectar la política del medio de comunicación para el que labora  y entonces se da el penoso caso de que un buen trabajo periodístico termina en el cesto de la basura  o engavetado en cualquier archivo.

También, son muchas las experiencias que han vivido algunos  colegas periodistas que con su trabajo  se han atrevido a tocar las fibras sensibles de quienes detentar un poder político o económico y como resultado primario es despedido de su empleo  y luego sigue el cierre de puertas en  las diferentes empresas mediáticas que han recibido “ la sugerencia” de no darle empleo a determinado periodista que se atrevió a desafiar a los todo poderosos. Aquí comienza un doloroso calvario que afecta la moral y la economía del periodista que por fuerza  debe  dedicarse a labores ajenas a su profesión.

Por las anteriores razones y otras,  es que es muy importante  estos reconocimientos  otorgado a los  periodistas Carlos Dada y Renan Alcides Orellana, porque Ellos son de una estirpe de profesionales  que  tienen una larga trayectoria basada en la capacidad, honestidad y   en una fundamentada ética periodística que es ejemplo para muchos de los que nos encontramos inmersos en esta linda profesión  del periodismo. 

Finalmente   a los dos periodistas galardonados  desde este importante  blog les digo: “Honor a quien honor merece”. 

 








      

jueves, 15 de septiembre de 2011

Una   lección de coraje, humildad y esperanza



Por Iván C Montecinos


La noche del martes llegaron a nuestro país los héroes que compitieron en el mundial de fútbol playa, realizado en Rávena, Italia, su recibimiento fue apoteósico, centenares de aficionados llegaron al Aeropuerto de Comalapa, vestidos con la camisa azul y blanca para darles la mejor bienvenida a este grupo de jóvenes que pusieron alma, vida y todo corazón para conquistar un honroso cuarto lugar en una competencia de alto nivel. A su llegada los jugadores y cuerpo técnico de la selección de playa, encontraron la euforia y el cariño de una afición que agradecía con  vivas y aplausos  el triunfo alcanzado.

Mucho se ha escrito y dicho sobre estos valientes muchachos  que han puesto por todo lo alto el nombre de nuestro país, algunos dicen que lo alcanzado por estos humildes deportistas es un sueño, más yo pienso que  todo  es una hermosa realidad fabricada con base  a esfuerzo, entrega, coraje y lo más importante con mucha humildad. Ellos estaban conscientes de lo que son capaces, por algo  son los campeones de fútbol playa en el ámbito de la CONCACAF y aspiraban a volar por todo alto, como terminaron haciéndolo, lo que pasa es que la mayoría no  nos habíamos  percatado del enorme potencial de estos jugadores.

Luego de esa  gran euforia que  desató en la población salvadoreña y los residentes en el exterior, el heroico triunfo obtenido en Italia  por nuestra aguerrida  selección de fútbol playa, es importante reflexionar sobre este gran acontecimiento  que quedará   grabado en las páginas de nuestra historia, que relatarán  a las futuras generaciones este importante hecho que un mes de septiembre de 2011 hizo vibrar a todo un país.

En primer lugar vale la pena comentar que por un tiempo, los medios de comunicación salvadoreños dejaron  de lado  las noticias que son el pan nuestro de cada día, relativas a la delincuencia, la endeble economía y los subterfugios políticos.  Las portadas de los periódicos y la noticia principal de medios electrónicos fue la hazaña lograda por humildes deportistas originarios de las costas salvadoreñas.

Como también  se trata de reconocer lo bueno de los medios, hay que darle un aplauso a El Diario de Hoy,  único medio salvadoreño que desde un principio  creyó en la selección de fútbol playa y se atrevió a mandar  un periodista a Italia para que informara diariamente sobre  los pormenores de lo que  acontecía con nuestra selección, muy buen trabajo el desarrollado por el enviado especial, Cesar Najarro. Un reconocimiento para el Canal 4 y las radios   que transmitieron en vivo los diferentes partidos de la azul y blanco en la arena de Rávena, Italia.

Lo alcanzado en este  mundial de fútbol playa rebasó todas las expectativas que tenían los dirigentes deportivos y la afición, los que en un inició apuntaba a conformarse con   ganar un partido, ya que en  mundiales pasados no se había obtenido una victoria se convirtió en  algo lindo, después del primer juego que la selección perdió con Portugal por un abultado marcador,  lo que al final quedo    como un mero accidente, nuestros valientes muchachos reaccionaron de la mejor manera, logrando un triunfo contra Omán y esta fue la chispa que encendió la llama de la victoria y luego le ganaron a Argentina y después lo insólito, derrotaron nada menos que a la anfitriona del torneo, Italia, una poderosa escuadra que le apuntaba llegar a finalista del torneo. Con el gane de este partido la selección salvadoreña dio un verdadero “Ravenazo”, en alusión a aquel partido mundialista donde  la selección de Uruguay le ganó a Brasil la final de una copa mundial en el estadio Maracana en  1950 y que eso  la historia lo  recuerda como el “Maracanazo”.

Lo conseguido por estos valientes muchachos de la selección de fútbol playa mantuvo en vilo durante más de ocho días a toda una población y a los millones de residentes en el extranjero, quienes inundaron con sus comentarios las llamadas “redes sociales” y los espacios de opinión de los diversos medios de comunicación, con frases de elogios y palabras  alentadoras para unos humildes jóvenes que en cada partido pusieron coraje y amor por la camisola azul y blanca. Quizás nunca en la historia de competencias deportivas donde participaron atletas salvadoreños, se había escuchado tanto  las vibrantes notas de nuestro respetable Himno Nacional,  desde un inicio  hasta el final  del torneo.

Por otra parte es importante  destacar que el triunfo de  estos jóvenes seleccionados de fútbol playa, es un valioso ejemplo para la niñez y juventud salvadoreña que se encuentra inmersa en una aspiral de violencia que esta dejando de lado importantes valores. Los “Héroes de Rávena” con su actuación  le han enseñado a todo un pueblo  el significado de los conceptos,  sacrificio,  tenacidad,  disciplina,  perseverancia, humildad, amor a la familia y  a la tierra que los vio nacer.

Ojala, que toda esta euforia por el triunfo de la elección de playa sea duradera, para siempre, y que no se repita  lo ocurrido con otros deportistas  salvadoreños que en el pasado  dieron gloria al país y hoy poco se recuerdan  de ellos,  como es el caso de los seleccionados de fútbol   que clasificaron    para asistir a  dos  campeonatos mundiales;  Cristina López,  que en los pasados juegos Panamericanos por primera vez, para El Salvador, ganó una medalla de oro en su disciplina; los triunfos obtenidos por nuestra levantadora de pesas Eva María Dimas; las preseas logradas en tiro con arco por Jorge Jiménez y así otros nombres de  deportistas que el polvo del tiempo se ha encargado de cubrir en nuestra historia.
Salud, "Heroes Salvadoreños".

    






miércoles, 7 de septiembre de 2011

La politización electoral de la violencia


Por Iván C Montecinos

Nuevamente en el país se intenta politizar la violencia con fines electorales, así lo demuestra las opiniones  de políticos de un partido de derecha,  quienes  sin una previa investigación responsable de la Fiscalía General de la República, apresuradamente emitieron opiniones sobre que  el  asesinato del candidato alcalde por ARENA, Jaime Cantón,  se debía a motivaciones políticas, este hecho ocurrió el pasado viernes 26 de agosto, en Acajutla. Además,  denunciaron que un determinado número  de sus correligionarios está sufriendo amenazas, sugiriendo que se debe a cuestiones partidarias.

Es evidente que la campaña electoral para elegir alcaldes y diputados a realizarse el próximo marzo de 2012, como siempre suele ocurrir, ya arrancó sin la previa autorización del Tribunal Supremo Electoral. Todos los partidos políticos se encuentran en abierta campaña política, aunque ellos no lo reconocen y esgrimen el trillado argumento de que no  violan la ley electoral, porque no están pidiendo el voto, ante esto la autoridad responsable calla y dejan que sigan con esas acciones que desesperan a la ciudadanía antes de tiempo. Como dice el refrán popular, hecha la ley hecha la trampa.

Pero volviendo al tema de la politización de la violencia con fines electorales, esta acción es más evidente durante los periodos de elecciones, cuántos candidatos partidarios en el pasado utilizaron como eje principal de su campaña política el “combate  la violencia”, basta recordar la campaña de Francisco Flores Pérez, que prometió acabar con este flagelo cuando asumiera el Ejecutivo. Flores  tomó el poder en 1999 y fue hasta octubre de 2003 que implementó  el  plan “Mano Dura”, el cual lanzó en un publicitado espectáculo  mediático.

El plan “Mano Dura” del Presidente Francisco Flores consistía en un proyecto de ley presentado por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa para hacer reformas al Código Penal y Procesal, para endurecer las penas contra ciertos delitos y facilitando el juzgamiento y encarcelamiento de los supuestos delincuentes detenidos. Esta normativa fue aprobada en octubre de 2003 por los diputados de la derecha con la oposición de la bancada de izquierda, la vigencia de esta ley “Mano Dura “ era de seis meses; pero unos días antes de su caducidad fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia.
El plan “Mano Dura”, no rindió los frutos prometidos por el Gobierno, fue un fracaso.

Luego del malogrado  Plan “Mano Dura”aparece en el escenario político el candidato presidencial, Elías Antonio Saca, quien al igual que su antecesor  vuelve a utilizar como eje principal  de su campaña electoral, el combate a la delincuencia, prometiendo terminar con “los malacates” que  para el 2004  se habían incrementado. La campaña del candidato Tony Saca, estuvo plagada de una propaganda que ofrecía realmente bajar los índices desesperantes de la delincuencia y prometía convertir a El Salvador en la nación más segura de Latinoamérica.

Elías Antonio Saca,  tomó posesión de la Primera Magistratura el primero de Junio de 2004 y  el 20 de julio lanza su “poderoso” plan denominado “ Mano Súper Dura” cuyo objetivo era reducir los homicidios y las extorsiones, con el anunció de este nuevo plan contra la delincuencia el Presidente Saca informa a la nación, que de esta manera daba cumplimiento a su promesa de campaña de convertir a El Salvador en un  “país seguro”.

El plan  “Mano Súper Dura” implementó  ciertas reformas como la formación del Consejo Consultivo de Seguridad Pública integrado por el Gobierno, empresa privada y ministerio público. También, se creo el Ministerio de Seguridad Publica y Justicia.

Por otra parte el plan “Mano Súper Dura” contemplaba una serie de penas de prisión  más severas para los pertenecientes a las denominadas maras y de mayor tiempo para los  dirigentes de las pandillas. Así mismo, se impusieron mayores penas para las personas o grupos que alteraran el orden público bloqueando calles o tomaran edificios. A esto hay que agregar que se hicieron cambios a la ley del menor infractor. Era un plan altamente represivo y de grandes expectativas.

“La Mano Súper Dura” del Presidente Saca fue objeto de serios cuestionamientos y denuncias por parte de los opositores al Gobierno y los defensores de los Derechos Humanos  quienes lo criticaban porque su aplicación denotaba el regreso  a un oprobioso pasado dictatorial. Al final este plan “Súper Mano Dura” tampoco rindió los resultados proyectados ya que al terminar  la gestión Saca, el país continuaba con altos índices delincuenciales y era uno de los serios problemas que heredaría el nuevo Gobierno de izquierda que tomó posesión  en junio de 2009.

De lo anterior se puede considerar que la violencia del país siempre fue utilizada políticamente  con un objetivo meramente electorero, este era el caballito de batalla para ganar simpatías y  votos de una ciudadanía   angustiada al ver que no disminuían  de manera significativa los índices delincuenciales.

Ojala que en esta nueva campaña electoral que ya esta en desarrollo se saque de la agenda de  los partidos políticos las promesas de combatir y reducir la delincuencia, la cual se encuentra  en niveles desproporcionados. Este es un  tema que la sociedad en su conjunto  debe abordar con mucha seriedad y responsabilidad ya no es posible que los políticos lo sigan utilizando para ganar réditos electorales. 

El tema de la violencia debe ser  parte de un proyecto de nación donde estén involucrados todos los sectores de la sociedad salvadoreña. No se puede ni se debe seguir politizando la violencia, ya no es posible continuar jugando con fuego con uno de los problemas más delicados que afronta el pueblo salvadoreño.